miércoles, 1 de febrero de 2017

¿Cómo ha elegido Trump al nuevo juez de la Corte Suprema de Estados Unidos?

01/02/2017

Con menos de dos semanas en el poder, el presidente Donald Trump ha elegido al conservador Neil Gorsuch nuevo juez de la Corte Suprema de Estados Unidos. Esta elección es un honor que solo sucede en ocasiones contadas, ya que se trata de un nombramiento de por vida. Sin equivalente en el sistema de justicia español, este tribunal es la última instancia estadounidense, trascendiendo sus decisiones a nivel político y legal.

Composición de la Corte

Curiosamente, el número de jueces que forman la Corte no está establecido en ningún texto legal, siendo el Congreso el encargado de fijar las plazas. La última modificación del número de magistrados se produjo en 1869, estableciendo que estos debían ser 9, de los cuales uno sería el presidente. En la actualidad, el cargo de presidente lo ocupa el juez John Roberts, nombrado por George W. Bush en 2005 y será así hasta que no se retire o fallezca, momento en el que se podrá nombrar otro Presidente.
La elección de jueces, presidente incluido, sigue un mecanismo basado en la cláusula 2 el artículo II de la Constitución de Estados Unidos, el cual establece que el Presidente “… propondrá, y con el consejo y consentimiento del Senado, nombrará a Embajadores, demás Ministros públicos y Cónsules, Magistrados de la Corte Suprema de Justicia…”. Así, de una lista de candidatos que propone el Presidente, el Senado acepta el que considera más oportuno. Para ello, se hace valer de una comisión judicial cuya función es entrevistar a los posibles jueces y redactar un informe que puede ser positivo, negativo o neutro. Este informe pasa al resto de senadores que, en Pleno, deciden por mayoría simple quién ocupará el próximo asiento en la Corte Suprema. Hoy, de los 9 magistrados, 3 son mujeres y 5 hombres, a la espera del nombramiento que se realizará la semana que viene.

Diferencias con los tribunales superiores españoles

Las funciones de la Corte Suprema de Estados Unidos, están recogidas en la Constitución pero limitadas por la Undécima Enmienda. A grandes rasgos se trata de la última instancia de apelación, así como del tribunal único competente en juzgar conflictos interestatales y a determinadas sujetos, como diplomáticos de carrera o altos funcionarios. También se trata del máximo intérprete del derecho constitucional.
En comparación con el Tribunal Constitucional Español, cuyas competencias están establecidas en el artículo 2.1 de la LOTC, podemos establecer la similitud en cuanto al cargo de máxima autoridad interpretativa de la Constitución. Además, el TC se encarga de resolver conflictos de competencia entre el Estado y las Comunidades Autónomas o entre ellas y de analizar la constitucionalidad de las normas. En materia de recursos, solo son posibles dos, el de amparo y el de inconstitucionalidad. Por tanto, si bien existen ciertas similitudes no se trata para nada de un igual. El proceso de elección de los magistrados del constitucional difiere del estadounidense en la inexistente participación del ejecutivo, ya que son las Cortes las que tienen competencia, además de tratarse de un cargo con límite temporal de 9 años.
En cuanto a las diferencias con el Tribunal Supremo Español, encontramos la mayor en las competencias, ya que el Tribunal conoce de cualquier asunto. Para ello se divide en salas por jurisdicción. Se trata del Tribunal encargado de la tramitación y juicio de los recursos ordinarios y extraordinarios de las instancias inferiores. También es el tribunal encargado de conocer y juzgar los casos de ciertos sujetos con condición de aforados, como son el Presidente,  los Ministros o los senadores y diputados. Los jueces de este tribunal son elegidos por el Consejo General del Poder Judicial de entre magistrados de prestigio.

Uno entre tres hombres para juez

De entre una lista de una docena de candidatos, se barajaban tres nombres para ocupar la vacante de la Corte Suprema de Estados Unidos. Los tres eran hombres, cercanos a los cincuenta años y con un pasado relacionado con la judicatura. De hecho, son jueces en diferentes circuitos de apelación del país. Llama la atención la juventud de los candidatos, ya que se trata de un cargo de por vida, aunque se puede renunciar a él o ser retirado.
De corriente conservadora, Neil Gorsuch supone un movimiento más de Donald Trump hacia el discurso más reaccionario. Sin embargo esta nominación, aún tiene que pasar el corte del Senado, en el que los demócratas van a rendir batalla. Jurista de prestigio, este joven magistrado es conocido, y ha sido alabado por el Presidente, por interpretar los textos constitucionales al pie de la letra, una reivindicación de los más conservadores.

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